La ecoendoscopia digestiva se ha convertido en una herramienta clave para el diagnóstico y tratamiento de diversas patologías abdominales. Juan Arenas, jefe del Servicio de Aparato Digestivo de Policlínica Gipuzkoa explica que "la ecoendoscopia combina la endoscopia y la ecografía, permitiendo una visualización precisa de los órganos internos a nivel abdominal, ofreciendo ventajas notables tanto en el diagnóstico como en la intervención terapéutica".
"La ecoendoscopia permite visualizar con mucha más precisión y eficacia los órganos internos del tubo digestivo, como el esófago, el estómago y el recto", explica el especialista en aparato digestivo. Gracias a esta tecnología, se puede acceder a áreas que antes eran complicadas de visualizar, logrando una mayor exactitud en la detección de tumores y otras anomalías. "La principal ventaja de la ecoendoscopia es que estamos muy cerca de la zona que queremos estudiar, lo que nos permite visualizar los órganos internos con más precisión y realizar intervenciones menos invasivas, como la toma de biopsias", añade.
Existen dos tipos de ecoendoscopia: la radial y la lineal. "La ecoendoscopia radial nos ofrece una imagen de 360 grados, lo que nos permite diagnosticar tumores en las capas de la mucosa del tubo digestivo. Mientras que la ecoendoscopia lineal proporciona una imagen en un solo plano, ideal para realizar biopsias en órganos profundos", afirma.
Además de su capacidad diagnóstica, la ecoendoscopia juega un papel fundamental en el estadiaje de tumores: "Cuando ya tenemos diagnosticado un tumor, la ecoendoscopia nos ayuda a determinar hasta qué punto ha infiltrado las capas del tubo digestivo. Esto es crucial para decidir el tratamiento más adecuado para el paciente". Además, explica que "la precisión que ofrece esta técnica también permite la realización de drenajes y la colocación de prótesis de forma menos invasiva, lo que reduce la necesidad de cirugías más agresivas".
Otras aplicaciones
Juan Arenas explica que otra de las aplicaciones clave de la ecoendoscopia "es la capacidad de obtener muestras o biopsias de áreas complicadas, como el páncreas, que de otro modo serían inaccesibles, así como la posibilidad de realizar drenajes guiados, colocar prótesis o comunicar quistes e infecciones con el tubo digestivo". Esto, afirma, "reduce la agresividad de los procedimientos en comparación con las cirugías convencionales".
Además, recalca la importancia de esta técnica para tratar patologías en la vía biliar y el páncreas, ya que "nos permite visualizar estas áreas con mucha más precisión, facilitando intervenciones menos invasivas".
En cuanto a las condiciones para realizar la prueba, Arenas señala que "para una ecoendoscopia alta, que se introduce por la boca, se requiere ayuno previo, similar a una gastroscopia convencional. Son pruebas que se realizan bajo sedación para mayor confort del paciente, ya que los tubos son un poco más gruesos, por lo que la sedación es necesaria". Para la ecoendoscopia baja, que se realiza a través del ano o recto, se requiere una preparación previa con un purgante.
Sobre los tiempos de recuperación, el especialista aclara que "en una ecoendoscopia diagnóstica sin biopsias, el paciente puede irse a casa caminando tras la prueba, sin molestias, entre 15 y 30 minutos después. Cuando realizamos biopsias, dependiendo de la zona biopsiada, es posible que el paciente permanezca en observación durante más tiempo, aunque cualquier complicación se detecta y trata rápidamente".
policlínica gipuzkoajefe del servicio de aparato digestivojuan arenas
Fuente original: Comunicae.es.