Stent: el salvavidas del corazón, según el profesor de cardiología, doctor Manuel de la Peña

En este sentido, el doctor Manuel de la Peña, director de la Cátedra del Corazón y Longevidad y presidente del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, subraya que los pacientes que acuden a la consulta tienen 2-3 factores de riesgo cardiovascular mal controlados, de los cuales la hipertensión arterial, el LDL colesterol y lipoproteína (a) elevados, el tabaquismo, la diabetes, el estrés y la obesidad son los más prevalentes.

Hay que tener muy claro que estos factores desencadenan cardiopatía isquémica, una enfermedad ocasionada por la arterioesclerosis de las arterias coronarias, encargadas de proporcionar sangre al miocardio (músculo cardíaco), que se manifiesta en forma de infarto de miocardio o angina de pecho. El estrechamiento (estenosis) de la arteria coronaria se hace tan grave que causa un desequilibrio entre las necesidades del músculo cardiaco y el aporte de oxígeno a dicho músculo. Es decir, llega menos oxígeno del necesario para que el corazón pueda ejercer su función de forma eficaz. Continúa afirmando que se encuentra con lesiones que ocluyen el vaso un 70% o más y donde es necesario un cateterismo para realizar una angioplastia, que consiste en dilatar la estenosis coronaria mediante el inflado de un catéter-balón para implantar un stent (es como un muelle) dentro de la arteria coronaria, la zona estrechada se dilata y la sangre vuelve a fluir normalmente. De esta forma, la arteria se queda abierta de forma permanente.

El profesor De la Peña muestra una gran preocupación por el gran crecimiento de casos de pacientes asintomáticos con oclusiones coronarias que van del 85% al 100% expuestos a muerte súbita. De hecho, de los 100.000 stents que se ponen al año en España, tan solo el 25% se implantan tras un infarto.

De la Peña señala que el infarto se produce casi siempre por trombosis coronaria y su síntoma habitual es dolor precordial y sensación de opresión sobre el pecho debido a la isquemia miocárdica (falta de oxígeno por déficit de sangre). Se localiza en la zona precordial, aunque puede desplazarse al hombro, la espalda, el brazo o la muñeca izquierda (o ambas). Empeora con hipertensión no controlada. Si se trata de una angina de pecho, suele durar menos de 20 minutos. Lo desencadena el ejercicio físico o las emociones intensas y se suele aliviar con nitroglicerina sublingual. En este caso, se recomienda tomar una aspirina y acudir de inmediato al hospital más cercano, ya que lamentablemente el 30% de los pacientes no llega a tiempo.

De la Peña añade que la arteriosclerosis coronaria es un proceso muy lento de formación de colágeno, fibrosis y acumulación de colesterol y células inflamatorias que, en su evolución, ocasionan la oclusión de las arterias y el deterioro de la estructura global del vaso, con calcificación de estos y formación de placas de calcio intravascular. La prueba de imagen que permite realizar el diagnóstico se llama Angiotac coronario, como queda reflejado en su Tratado del Corazón, el cual ha obtenido numerosos reconocimientos, entre los que destaca el del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez de México.

El éxito del stent se alcanza en más del 95% de los casos, y por ello la angioplastia primaria se ha convertido en la estrategia de reperfusión de elección en los pacientes con un infarto de miocardio. En una palabra, llegar a tiempo al hospital es salvar la vida.

El profesor De la Peña es académico, profesor de cardiología, Cum Laude en medicina y escritor. Ha sido galardonado con la Insignia de Oro de la Asociación de Pacientes Coronarios (APACOR) y con la Medalla de Bronce de la Sociedad de Estudios Internacionales (SEI).

El Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, es una institución independiente, donde han participado Premios Nobel, ministros de distintos signos políticos y diputados del Parlamento Europeo, entre otros.


Fuente original: Comunicae.es.

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